El proyecto optimiza la volumetría definida por el planeamiento municipal, logrando satisfacer las necesidades del programa propuesto por el IBAVI. Se proyectan un total de 31 viviendas a partir de 5 tipos diferenciados, 31 plazas de aparcamiento en planta sótano y un local en la esquina sureste que se abre a plaza urbana.
Todas las viviendas disponen de ventilación cruzada entre sus fachadas enfrentadas. El edificio presenta una fachada exterior que lo separa del espacio público y una fachada interior que actúa de elemento permeable y que permite la transición del exterior al interior gracias a los espacios intermedios de acceso a las viviendas.
Las viviendas individuales y las adaptadas a personas de movilidad reducida se encuentran en la planta baja mientras que las viviendas de dos y tres dormitorios ocupan las plantas primera y segunda formando unidades en dos alturas que mejoran el funcionamiento de éstas en lo que se refiere a las relaciones día-noche, público-privado.
El edificio ha sido concebido desde criterios sostenibles, se pretende un consumo casi nulo de energía gracias a la implementación sistemas pasivos que mejoran su funcionamiento bioclimático. En este sentido los lucernarios de cubierta funcionan como elementos que captan la luz natural y permiten una renovación del aire continua. La geometría de los lucernarios dialoga con la formas industriales del entorno estableciendo un diálogo con las edificaciones rehabilitadas y valoradas como referente identitario de "La Soledad".
El edificio nace con el propósito de respuesta ante la necesidad de viviendas en la isla, los sistemas constructivos tienen la intención de reducir al máximo los plazos de construcción. En este sentido el uso de elementos prefabricados para los forjados permitirá acelerar el proceso constructivo, haciendo innecesario el uso de sistemas de encofrado.
La estructura ha sido resuelta a partir de dos niveles muy diferenciados. Un primer nivel que adapta las dimensiones de luces a las necesidades de optimización del espacio destinado a aparcamientos y un segundo nivel "aéreo" que se condiciona a las dimensiones de los frentes de las viviendas. El nivel inferior ha sido proyectado en hormigón armado y junto con los muros perimetrales hace de basamento de apoyo del edificio. El nivel superior (plantas baja, primera y segunda) se resuelve con estructura de acero.
Los materiales seleccionados se corresponden con los disponibles en el entorno, en este sentido tanto las placas alveolares de los forjados, como las celosías cerámicas y carpinterías exteriores pueden ser adquiridos sin dificultad en la propia isla. Los revestimientos exteriores pertenecen a la tradición mediterránea, nos referimos a cerámicas, piedras y morteros de cemento y cal muy característicos del entorno.
Todos los dormitorios son dobles con la intención de aumentar su versatilidad. Los espacios de cocina, estar y comedor han sido planteados de forma continua, generando mono espacios que mejoran su funcionalidad.
El edificio confina un espacio interior destinado a circulaciones y que alberga un área ajardinada, un aparcamiento de bicicletas y los núcleos semiabiertos de comunicación vertical. Este espacio intermedio hace de membrana protectora del sol de poniente siendo implementados elementos de protección de los huecos como "mallorquinas" y celosías cerámicas que dialogan con la tradición constructiva de la isla.
Han sido proyectados sistemas de recuperación de aguas grises y del agua de lluvia que permitirán el riego de las cubiertas ajardinadas con plantas autóctonas.
Los sistemas de calefacción a partir de geotermia y la instalación de colectores solares (sobre las cubiertas inclinadas de los lucerrnarios de cubierta) apuestan por alcanzar valores de consumo casi nulo de energía.