El edificio, destinado a Residencia de mayores con centro de día, se configura como dos pastillas paralelas en planta tipo que resuelven el programa habitacional, configurando una grieta entre ambas que permite la instalación de habitaciones a ambos lados del pasillo central.

Una pasarela intermedia, permeable a ambos lados de la grieta de luz, comunica ambos edificios, a modo de vestíbulo de paso, donde desembarcan las escaleras y los ascensores.

Una planta enterrada, resuelve el programa funcional de servicios comunes, además del tanatorio y el garaje aparcamiento con acceso desde el espacio intersticial entre los edificios.

Desde la parte trasera, se configura un patio inglés, desde el que se accede al tanatorio, que tendrá entidad propia e independiente del resto de la residencia. Las circulaciones se han diseñado para que tanto las comidas, que proceden de la cocina hasta los comedores, como la ropa sucia y el personal, discurran por vestíbulos y ascensores independientes, que no necesitan de la comunicación con los pasillos generales.

La cubierta inclinada permite, apoyándonos en la normativa municipal, la aparición de unos bajo cubiertas habitables, destinado a salas y almacenes. Compositivamente, se trata de un edificio muy permeable, que busca introducir el paisaje y la iluminación natural al interior de las habitaciones mediante zonas acristaladas grandes y salones en esquina con visuales pasantes de la calle al patio interior.

Se han utilizado la piedra autóctona en el zócalo del edificio, dotando de un basamento al edificio, las costillas de ladrillo visto, poniendo en vinculación el entorno próximo del edificio y la cubierta plana de pizarra, perteneciente a la arquitectura vernácula de la zona.